Hace tiempo que Karine se siente orgullosa de llamarse "guiri". Orgullosa de gritarlo al vuelo. La palabra se la dio un gaditano de Puerta de Tierra, el pueblo nuevo. Y si Karine se sintió orgullosa al principio, es porque escuchó la palabra como ella quería ser vista: como una extranjera que vivía en Cádiz, una expatriada. Mejor aún, como una chica a la que Cádiz había adoptado.
De hecho, la palabra "guiri", utilizada en toda España, se refiere al turista, a la persona que hace un recorrido por la ciudad y se marcha... para no volver jamás.
Una historia familiar
La palabra "guiri" apareció por primera vez en el siglo XIX, durante las guerras civiles entre los carlistas - partidarios de Don Carlos - y los de la reina María Cristina de Borbón, conocidos como los "Cristinos".
Es una historia familiar que terminó con la derrota de los carlistas, y cuyo lenguaje lleva las marcas de esa derrota:
- La palabra " cristinos", pronunciada en euskera por las fuerzas carlistas del norte, se convirtió primero en "guiristinos".
- Al eliminar las dos últimas sílabas, "guiristinos" se convirtió en "guiri".
Durante un tiempo, la palabra abreviada se pegó a los partidos de la oposición y también se refería a la policía bajo la bota del dictador Franco.
Una palabra familiar
La palabra, ahora en el diccionario, figura como "coloquial", la lengua hablada entre miembros de una misma tribu.
Una palabra intraducible, como tantas palabras moldeadas por el alma de un país, tomada como las palabras "duende" -el espíritu del flamenco- o "fiesta" -la fiesta que no tiene ocasión de existir en el calendario-.
En el lenguaje gaditano, ser "guiri" es venir de otra parte. No importa el tiempo que lleves viviendo en la ciudad. Un poco como los "othneioi" griegos -extranjeros- en contraposición a los "oikeioi", miembros de la misma casa.
La Wikipedia inglesa considera la palabra peyorativa. Digamos que la oímos según nuestro deseo de ser acogidos y asimilados, y según la mirada, los gestos, la entonación y el lenguaje corporal del hablante.
Guiritana
En Cádiz, puedes venir de San Fernando, el primer pueblo de la playa de Cortadura, y seguir llamándote "guiri". Esto se debe a que, en el idioma gaditano, Cádiz -pronunciado /Ka'ï/- se refiere ante todo a la ciudad vieja, Cádiz norte, el "casco antiguo". En términos parisinos, Cádiz intramuros. En los tiempos en que el casco era próspero, a sus habitantes se les llamaba "las tirillas", por oposición a "los beduinos", los guiris de Cádiz Sur, Puerta de Tierra y Cádiz extramuros.
Hubo un tiempo, no hace tanto, en que una chica de Puerta de Tierra se casaba con un chico del casco, un poco como una Capuleto casándose con un Montesco.
Desde entonces, Karine, la "guiri" de París, ha devuelto a la palabra sus dos sílabas truncadas para convertirse en una " guiritana", mezcla de "guiri" y "gaditana", la gaditana. Su objetivo es expresar lo más fielmente posible cómo se siente en Cádiz: desde otro lugar, pero también desde aquí.