Luisa Roldán, la eminente.
Luisa Roldán nació en el siglo de la Contrarreforma, en 1652. Era el Barroco español, cuando la pintura debía estar al servicio de la religión, como reacción a los protestantes que rechazaban la autoridad del Papa.
La pintura y la escultura debían humanizar las representaciones religiosas.
Ser naturalistas, con figuras más grandes que el natural que interpelan al espectador.
Luisa Roldán es hija del escultor residente de la Corte, Pedro Roldán, que se gana muy bien la vida con su talento.
Pasó su infancia con sus hermanos y hermanas aprendiendo escultura y policromía en el taller de su padre. Era la más dotada. Tenía determinación y conseguía lo que quería, sin importarle lo que pensaran los demás.
No dudó en desafiar a su padre. Renunció a la vida cómoda que le habría proporcionado la sucesión de su taller. Del taller, sólo aceptó a uno de los aprendices, Luis Antonio de los Arcos. Y contra el consejo de su padre,se casó con éla los19 años.
Un adelantado a su tiempo
Obligada a independizarse, Luisa Roldán trabajó como policromista, al igual que su marido. Capaz de trabajar el color sobre piedra, madera, bronce y plata, era ella quien proporcionaba la principal fuente de ingresos de la casa. Una vez más, era la más dotada.
Los temas de La Roldána son muy expresivos: a menudo rodeados de espesos mechones de pelo, los rostros son místicos, con ojos delicados, cejas fruncidas, mejillas sonrosadas y labios ligeramente separados. Los llamaba sus "joyas", prefigurando el estilo rococó cuando los representaba en grupo, en pequeñas terracotas muy apreciadas por la burguesía española.
Hacia 1686, Cádiz, con su aura de prestigio, lo pidió. Se estaba construyendo la Catedral. Ella y su marido fueron contratados para esculpir imágenes de ángeles y patriarcas. Las tallaron casi todas.
Su Ecce homo sigue siendo el orgullo del lugar.
Primera mujer escultora de la Corte
De regreso a Madrid dos años más tarde, se le concedió el título de "escultora de cámara". escultora de cámara en reconocimiento a las obras que realizó para el Palacio Real. Se convirtió en la primera mujer escultora oficial de la corte al servicio de Carlos II y luego de Felipe V.
" Marica antes de tiempo
A pesar de su nombramiento, la crisis económica del país hace que el Tribunal no pueda pagarle adecuadamente. Su vida cotidiana es difícil y pasa hambre. La infelicidad se apodera de ella: de sus seis hijos, cuatro mueren en la infancia.
Las tensiones son frecuentes en su matrimonio. No dudó en inspirarse en ello en su escultura más conocida: es el arcángel que vence al diablo, blandiendo su espada por encima de él. Un arcángel femenino. Tan extraño antes de tiempo. La representación del miedo en los rasgos del diablo es la de su marido, al que desafía a diario.
Demasiado orgullosa, se negó a recurrir a su padre, que podría haberla ayudado económicamente. Sigue siendo el escultor más solicitado de Sevilla y Andalucía.
Valiente, suplicó a la Reina un lugar donde vivir y algo de ropa.
Y por muy prolífica que sea su obra, conservada en parte en Andalucía, entre esculturas para iglesias y pequeños sujetos de terracota, nunca llegó a vivir de su talento.
Uno de los mejores artistas españoles, el primer escultor reconocido de España, ¡vivió y murió en la pobreza a los cincuenta y tres años! ¡Qué paradoja!
Después de la Catedral y la Iglesia de San Antonio, dirígete a la esquina de la calle San Miguel, en el número 16, para encontrarte con la Roldana de Cádiz. Mira hacia arriba
y verás una reproducción del arcángel San Miguel. Es obra de un vasco que lo puso allí, frente a los gaditanos, un siglo después. Orgullo vasco obliga. Pero esa es otra historia.
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